Las finanzas fueron la industria más atacada en 2020, de acuerdo a un estudio de la firma de seguridad NTT.
La cifra representa el 23% de todos los ataques cibernéticos a nivel global. Estos ciberataques se distribuyeron entre ataques a aplicaciones específicas, los que representaron el 42% del total, mientras que el 31% fueron ataques a aplicaciones web y el 12% fueron reconocimientos. Los ataques a aplicaciones web y a aplicaciones específicas representaron en conjunto el 73% de todos los ataques a las finanzas.
El aumento de los ataques a aplicaciones específicas se explica por el uso cada vez mayor de aplicaciones web, tecnologías en la nube, aplicaciones móviles y portales de clientes de cada organización, todo esto como consecuencia de la migración de operaciones en línea durante la pandemia.
A la industria financiera le sigue la de manufactura. Esta área era ampliamente atacada desde antes de la pandemia, especialmente con propósitos de ciberespionaje y robo de propiedad intelectual, pero su crecimiento durante la pandemia fue vertiginoso, pasando de 7% en 2019 a 22% en 2020.
En el caso del área de la salud, la pandemia golpeó doblemente a un sector que desde antes de la crisis global sufría amplias carencias de personal y de presupuestos para hacer frente a las amenazas y riesgos cibernéticos.
Los registros médicos son uno de los artículos más rentables para los cibercriminales, por la gran cantidad de información personal que contienen y los grandes rescates que pueden obtener de los hospitales necesitan con urgencia recuperar los datos confidenciales de sus pacientes.
Los equipos de seguridad TI en las industrias de la salud, manufacturas y finanzas necesitan plataformas que puedan entender y ordenar sus prioridades para dar una robusta protección frente a los riesgos y amenazas cibernéticas.
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