La extensa disputa entre americanos y rusos sobre la responsabilidad de este último en diferentes incidentes de ciberseguridad en los Estados Unidos, así como la constante amenaza de grupos patrocinados por China y Corea del Norte, entre otros, y que ha cobrado víctimas en diferentes países, incluido Chile, es un llamado a la conciencia sobre la amenaza latente a las organizaciones más robustas y sensibles de las sociedades y sobre la forma en que protegen sus datos, especialmente sobre las tecnologías que se utilizan para ese propósito.
Como elemento nuevo al debate, ahora se suma el incidente que involucra a NSO Group, con base en Israel, la que ha sido acusada por medios de Reino Unido y los Estados Unidos, de haber servido a intereses de espionaje para diferentes gobiernos y organizaciones.
El uso de las tecnologías de la información busca mejorar la vida de las personas en múltiples aspectos, simplificando tareas y creando mejores estándares de vida, pero los incidentes y disputas crean el escenario para la suspicacia y afecta a todos quienes avanzan en la innovación.
¿Cómo crear confianza en un escenario así y como garantizar a los clientes que no solo se les protege, sino que sus datos son utilizados con la finalidad exclusiva para la cual han sido solicitado?
Muchos gobiernos y territorios económicos están avanzando en medidas que permitan proteger la información de la ciudadanía, así como el interés y privacidad de los clientes, creando instrumentos legales que sancionen de manera ejemplar a quienes sobrepasan los límites de la privacidad y quienes roban datos.
Es fundamental que los Estados avancen en la legislación para que se resguarde y proteja la información de las personas y la economía, pero eso no es suficiente para hacer frente a un problema que ya está instalado y que cobra víctimas diariamente. Para frenar ese avance, antes de la legislación, las empresas están llamadas a invertir.
El manejo responsable de los datos y la garantía de su protección es cada día un apreciado por los clientes y la ciudadanía en general. Pero invertir en ciberseguridad sueles ser costoso y se hace sin mucho desconocimiento porque, seamos honestos, aún existe conciencia ni comprensión de la materia.
En Camel Secure hemos diseñado tecnologías que son sencillas de comprender y accesibles para la economía local y regional, en grandes, medianas y pequeñas empresas.