La pandemia global ha tenido importantes consecuencias en la ciberseguridad, siendo uno de los agentes de cambio más significativos en su desarrollo.
La ciberseguridad se ha transformado en prioridad para los mercados y gobiernos por la necesidad de encontrar garantías para la continuidad de los servicios de negocio en medio de la profundización de la automatización industrial, del trabajo remoto y del comercio en línea.
En algunas latitudes, donde la pandemia está más controlada, el trabajo y el comercio están retomando parte de su forma tradicional. La pregunta es cómo nos debemos preparar en las organizaciones para enfrentar el mundo postpandemia.
En principio, no todo volverá a ser como antes. El teletrabajo se institucionalizó en la economía y probablemente se incrementará como formato. Eso quiere decir que el desafío TI implica implementar protocolos, entrenar al personal y adquirir servicios de telecomunicación y seguridad que garanticen la conectividad de los trabajadores y al mismo tiempo limite el riesgo tecnológico.
Al mismo tiempo, los sistemas deben procurar migrar sus infraestructuras a soluciones en la nube y definir políticas de almacenamiento de datos; generar nuevas políticas de seguridad de la información que internalicen el uso de nuevas herramientas colaborativas y permita una evaluación periódica de riesgos; inventariar los dispositivos que forman parte de los sistemas para bloquear aquellos que estén inactivos y así disminuir la superficie de ataque; mejorar la protección perimetral; revisar e implementar mejoras en la protección de la cadena de suministros, con auditorias periódicas; e implementar nuevas capacidades de respuesta ante incidentes.
La ciber resiliencia, como forma cultural, debe instalarse en las empresas y gobiernos. La continuidad de los servicios de negocios demanda mayor y mejor preparación y prevención para un nuevo escenario de crisis, similar al que buscamos dejar atrás, pero esta vez optimizando recursos.
La ciberseguridad está llamada a ocupar un aspecto central en la gestión de los negocios. Es su adecuada implementación la que puede garantizar la continuidad de los servicios y la recuperación de los mismo una vez que ocurre un incidente.
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